El verano del 2006 lo recordaremos como el verano “de la boda”. Era el principal acto que se iba a realizar con motivo de la 3ª semana cultural, evento de reciente creación, pero nacido con una ilusión y un ímpetu asombroso.
Se trataba de la recreación de una boda de las que celebraban nuestros mayores, y en la que se necesitaba la participación de todos. El resultado era incierto, pues no sabíamos cómo iba a responder la gente. No se trataba de ningún acto de cara al público, en el que unos pocos actúan de una forma solemne y ensayada ante unos espectadores, sino de buscar una excusa para pasar unos días de alegría previas a las fiestas patronales.
Con la mayor de la algarabía se celebró la noche de la invitá, en que los novios y padrinos, y una numerosa y ruidosa comitiva recorría las casas del pueblo, invitando a los festejos del día siguiente, y repartiendo "puñaos" ,frita de trigo, además de recoger los regalos que nos dieran, principalmente líquidos (por el calor).
El día siguiente nos encontramos con la sorpresa de la presencia de la prensa y las cámaras del Día de Cuenca y
Celebramos la tradicional comida popular, en la que cada vecino lleva viandas y todas se comparten entre todos, en una armonía digna de reseñarse. Ante todo sirvió para quitar nervios y vergüenzas.
Por la tarde, empezó la comitiva desde la casa del novio hasta la de la novia, acompañados por los numerosos invitados, que salían de sus casas con sus mejores galas, No podía faltar la música del pasacalles.
Llegados al pretil de
Muy buenos días tengan los presentes
Bienvenidos a la ceremonia que va a comenzar
Celebraremos el casamiento sacrosanto
De dos vecinos de esta villa singular
(…)
Él es un buen chico, aunque atolondrado
En la mili, casi a sus padres arruinó
Pero al volver sentó la cabeza
Hoy tiene un buen atajo de ovejos
Piazos y mula, una labor fenomenal
No le va a faltar trabajo
Y cuando pueda, de jornal
(…)
La novia, una moza de buen ver
Nadie de ella puede hablar, una joya, de veras,
Rumores hubo, mentiras, envidias,
Seguro que no iba a la fuente de las escaleras
Debes tener tu casa limpia y en orden
Ocuparte de tus hijos, planchar pantalones,
Cocinar para esquilaores, segaores, matarifes,
Pero tranquila, que son unos tragones
Y aunque, por mi condición, poca experiencia tenga
Algún consejo os voy a dar
La vida en común no es fácil
Hay que aguantar padres, suegros y hasta cuñás
No hay que apretar las trinchas
Cada uno es como es, y difícil es cambiar
Que hay que comer con la familia, pues se come
Que hay que ir a la taberna, pues se va
Lo importante sois vosotros
No hagáis caso a nadie más
Y si os tenéis que tirar los trastos
Al resto del pueblo … qué más da
(…)
El SÍ QUIERO fue coreado por todos los presentes, y siguieron las felicitaciones efusivas por el enlace.
Se volvió a formar la comitiva en dirección al baile, para terminar con unos tragos y dar por terminada la jornada.
Estoy seguro que para todos los presentes será un día difícil de olvidar, por que fuimos capaces de mostrarnos a nosotros mismos que cuando queremos, sabemos hacer las cosas.
Todo fue completo cuando aparecimos en el Día a página doble, y el reportaje en
Quizá en el futuro, podamos decir a futuros generaciones, yo estuve allí, el día de la boda.
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